Hacìa tiempo que no ìbamos a la RECS. Un viaje y un par de salidas con los "pajaròlogos amigos" ocuparon nuestro tiempo. Esperamos nuestro regreso con ganas, con las ganas de quienes saben que la RECS siempre depara sorpresas. Y a poco de recorrer el Camino de los Lagartos, entre Brasil y el Camino del Medio sucediò nuevamente. Otra vez la naturaleza nos regalò una de sus maravillosas manifestaciones.
Otra vez nos encontràbamos en el preciso momento y lugar donde iba a ocurrir la "funciòn". A la vera del camino estaba ella, una tortuga de laguna, con sus dos patas delanteras totalmente extendidas, como formando dos columnas de sostèn. Su cogote tambièn extendido y rìgido, en tìpico gesto de estar haciendo esfuerzo. Postura que se mantuvo durante todo el transcurso de la escena y sòlo al terminar la obra fue abandonada.
Mientras tanto las dos patas traseras no dejaron de trabajar. Convertidas en palas perfectas cavaron un pozo adecuado para recibir nuevas vidas. Cada tanto introducìa una en el pozo midiendo su profundidad, decidiendo luego si debìa seguir sacando tierra o.....ya no. En el momento en que lo juzgò apropiado acomodò su parte trasera sobre el hueco y comenzò a....¿ pujar?.
Momentos despuès la tensiòn de sus patas delanteras, su cogote y su rostro comenzò a aumentar. Entonces apareciò un primer huevo, blanco, redondo, del tamaño de una pelotita de tenis. Màs tarde otro y ...otro, hasta diez. Cada dos o tres de ellos un movimiento preciso de sus patas traseras los acomodaba cuidadosamente en el interior del pozo, dejando espacio para los que habrìan de venir.
Asistida, seguramente, por la "partera naturaleza" completò su desove y luego iniciò la etapa final. Sus patas-palas arrastraron toda la tierra previamente sacada y la colocaron en su lugar, la apisonaron tapando el pozo, ahora pleno de vida latente, dejàndolo prolijamente disimulado, a salvo de predadores, observadores y fotògrafos.
Lentamente, algo tambaleante al principio, suponemos que cansada por tamaño esfuerzo, se retirò barranca abajo hacia la Laguna de los Coipos. Ahora... a esperar que en la oscuridad y profundidad de la tierra se complete el milagro de la vida.
Vaya nuestra admiraciòn para la tortuga y nuestra càlida bienvenida a la RECS para las futuras tortuguitas.
C y T
RECS- Abril de 2010
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